La vida después de los tratamientos contra el cáncer

El alivio del final del tratamiento del cáncer puede ir acompañado, paradójicamente, de un periodo de dudas: miedo a la reaparición, a la vuelta al trabajo y, a veces, simplemente a la vuelta a una vida normal que hasta ahora ha estado salpicada de tratamientos. Estamos aquí para darte algunas claves que te ayuden a reconstruirte personal y socialmente.

Simon 30-09-2024 / 12:32:30


Después del cáncer: ¿Por qué tantas dudas?


Este es uno de los inconvenientes del tratamiento del cáncer. Incluso cuando se termina el tratamiento, los efectos en el cuerpo o la mente pueden persistir. Fatiga, dolor, problemas de atención o memoria, sensibilidad cutánea... Todos estos síntomas pueden afectar a tu estado de ánimo e impedir o frenar tu progreso. Mantener unas buenas prácticas de estilo de vida puede ayudarte a recuperar la confianza y a reducir tanto estos efectos secundarios como el riesgo de recidiva. 



Después del cáncer:

Seguimiento médico


Al final de los tratamientos, y cuando se está en remisión, hay un periodo de seguimiento muy regular, de revisiones (y a veces incluso de nuevos tratamientos en el caso de la terapia hormonal). Tu oncólogo (en consulta con los demás especialistas que participan en el programa de cuidado) determinará la frecuencia de las visitas. Este seguimiento sirve para detectar una posible recaída, así como para analizar la aparición de complicaciones en el tratamiento y cómo gestionarlas. Durante los dos primeros años, el riesgo de recidiva es mayor, por lo que las revisiones serán más frecuentes. El seguimiento se irá espaciando hasta que, al cabo de cinco años, sea una cita anual.


Después del cáncer, ve a tu propio ritmo


A menudo, cuando el tratamiento ha terminado, queremos hacer todo de inmediato (celebrar una fiesta, irnos de fin de semana, etc.), pero nuestro cuerpo no necesariamente nos sigue el ritmo. El cansancio es natural y no debe preocuparte. Es importante darse tiempo para adaptarse a esta nueva situación. Ve a tu propio ritmo. Recuerda que cada persona es única y que nadie puede predecir con exactitud el tiempo que tardará en recuperar su energía.

Mantener un estilo de vida saludable


La actividad física, la dieta... Al cuidar de ti mismo, ayudas a tu cuerpo y a tu mente a volver a una vida normal. Por lo tanto, debes realizar una actividad física regular (por ejemplo, 30 minutos de paseo al día), llevar una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, y limitar el consumo de alcohol y tabaco. Los programas de educación terapéutica pueden ayudarte a adoptar o mantener estas rutinas en la vida cotidiana. 

#SienteEnRosa con Avène

Simon